Siguiendo a Rivas García y
Montserrat Sanuy, otro material disponible para desarrollar la formación
instrumental será el corporal. Los instrumentos que debemos manejar en primer
lugar (Infantil, 1er. Ciclo de Primaria) serán, pues, los naturales del cuerpo
ya que ejercen gran atracción al alumnado y no suponen ningún problema técnico
si sabemos guiarlos de forma adecuada.
Las percusiones corporales
consisten en utilizar el cuerpo como instrumento rítmico, acústico, tímbrico y
dinámico para lo que hemos de mantenerlo relajado, sobre todo las extremidades
que percuten.
Los objetivos fundamentales que
se persiguen con la introducción de las percusiones
corporales pueden resumirse en los siguientes:
corporales pueden resumirse en los siguientes:
- Fundamentar
la formación rítmica elemental en la escuela e iniciar en la comprensión
de los demás elementos del lenguaje musical (melodía-altura, armonía,
texturas, dinámica-intensidad, timbre...). Ejercicios como sustituir
alturas de una canción por instrumentos corporales (Ej. Campanita),
aprendizaje de fórmulas rítmicas sencillas, práctica de cánones,
intensidades... son idóneos para lograr dicho fin.
- Sensibilizar el cuerpo y localizar las partes
de éste de acuerdo a la relación espacio-temporal.
- Al utilizar estos instrumentos podemos lograr
buenos resultados practicando ejercicios de eco, ostinatos sencillos para
acompañar rimas y refranes, trabalenguas, canciones de corro, cánones,
pequeñas formas, audición activa con percusión corporal, y también crear
nuestras propias creaciones e improvisaciones
- Coordinar el movimiento y desarrollar las
actividades motrices fundamentales
- Fomentar el trabajo en grupo
- Desarrollar la capacidad de concentración
De agudo a grave y de arriba hacia abajo en el eje corporal,
detallamos a continuación los instrumentos más empleados, sistematizados por
Carl Orff en su Orff Schulwerk:
Palmas: Se pueden dar a diferente altura en relación con el cuerpo (arriba de la cabeza, del pecho, entre las piernas, en los pies, a un lado y al otro, y eventualmente atrás del cuerpo). Los efectos más usuales, según Rivas García son los siguientes: sonido brillante con las manos estiradas, y el sonido opaco con las manos huecas. También podemos conseguir diferentes intensidades según percutamos con todos los dedos en la palma contraria, con tres, con dos o con uno.
Palmas: Se pueden dar a diferente altura en relación con el cuerpo (arriba de la cabeza, del pecho, entre las piernas, en los pies, a un lado y al otro, y eventualmente atrás del cuerpo). Los efectos más usuales, según Rivas García son los siguientes: sonido brillante con las manos estiradas, y el sonido opaco con las manos huecas. También podemos conseguir diferentes intensidades según percutamos con todos los dedos en la palma contraria, con tres, con dos o con uno.
-
Pitos o chasquidos: Se pueden realizar con
dedos (manos juntas o alternadas) pero debido a la dificultad que presenta en
las edades tempranas se sustituye con el “chasquido de boca”.
-
Rodillas o muslos: Las manos (juntas o
alternadas) percuten sobre los muslos o rodillas en posición de pie o sentados.
Esta práctica sirve de iniciación a los instrumentos de placa y a los bongoes
si se percuten sentados. Podemos cruzar las manos percutiendo al mismo tiempo o
en forma alternada.
-
Pies (pisada): Se realiza de pie o sentados con un pie o los dos
juntos y alternados. Podemos introducir variedad con las puntas y los talones.
Para la escritura de estos
instrumentos utilizamos un tetragrama con la indicación del compás
correspondiente y en cada una de sus líneas representaremos el ritmo de un
instrumento por orden de arriba hacia abajo en el eje corporal. Si la plica va
hacia arriba indica que ha de realizarse la percusión con la extremidad derecha
y en caso contrario, si va hacia abajo, con la extremidad izquierda. Si
utilizamos ambas extremidades de forma simultánea, utilizaremos doble plica
excepto en las palmas (que siempre se tocan juntas) que nos bastará la plica
hacia arriba. No hace falta completar con silencios de los instrumentos que no
se percutan en un determinado momento:
Además de los instrumentos
corporales más sistematizados podemos realizar multitud de sonoridades
diferentes con otras partes del cuerpo. Fernando
Palacios en “Música de Verano” concibe la percusión corporal como un ensamblaje
rítmico entre música y danza que utiliza los sonidos del cuerpo producidos por
palmas, golpes, pisadas y voces. Keith Terry ha sido su sistematizador en
América y el gran pedagogo Doug Goodkin (Instituto Orff de Salzburgo) su
difusor en Europa, creador de la corriente BODY MUSIC.
Este tipo de trabajo con el cuerpo, tan básico en Educación Infantil y
Primaria toma en manos de Terry una nueva dimensión por:
-
la sencilla coordinación entre los golpes de manos,
pecho, piernas y pies,
-
la incorporación de los números impares como series
o células rítmicas con sus consiguientes combinaciones
-
las complejas polirritmias alcanzadas por la
sencilla superposición de diferentes modelos
-
la incorporación de canciones, cánones, desfases,
juegos, coreografías y ritmos de jazz y blues.
Todos estos aspectos si son
perfectamente normalizados y expuestos con una perfecta progresión didáctica,
tienen un gancho y atractivo especial que puede mostrarse simplemente como
ejercicios rítmicos progresivos o también como piezas acabadas, acompañamientos
rítmicos de canciones o modelos para improvisar. El resultado es gratificante
cuando se consigue llegar a un nivel donde la concentración ejerce su con condición
desinhibidora y conmocionante. Alguna de las actividades propuestas por
Palacios son: la “batería corporal” donde un alumno hace de batería y otro toca
sobre él; desfases rítmicos con palmas y ritmos acompañando diferentes
grabaciones.
2. La voz como instrumento corporal
Gracias a la voz
explotamos nuestro cuerpo como instrumento acústico. Pep Alsina (1997)
clasifica la expresión vocal del siguiente modo:
·
vocal- verbal (contenido
semántico: palabras, frases, “música vocal” en general)
·
vocal-no verbal (utiliza
vocales pero sin sentido semántico, por ej. vocalizaciones)
·
vocal-consonante (otras
sonoridades realizadas con el aparato fonador pero sin emitir vocales como
consonantes sueltas – definidas por Asselineau como las percusiones del
lenguaje, u otros sonidos).
Por su parte,
Menéndez Viejo (1994) propone una serie de sonoridades vocales tanto de sonido
determinado como indeterminado, además de una posible representación gráfica.
Los sonidos que presentamos son sólo una muestra de la riqueza de la voz
utilizada como instrumento de efectos acústicos.
Sonoridades
vocales de sonido determinado:
-
vocales
a, e, i, o, u, empleando distintos tonos y formas de emisión (normales, oscuras
y nasales)
-
consonantes
y vocales, empleando onomatopeyas y ruidos
-
boca
cerrada (sonido nasal)
-
batir
la base de la lengua contra el velo del paladar (gárgaras) o con la punta de la
lengua (motorista)
-
silbar
Algunas sonoridades vocales de sonido indeterminado:
-
sonido sch, con escape de aire con o sin zumbido
-
batir la lengua contra el velo del paladar duro sólo
con aire (rrr...)
-
vocales con sonido seco de la lengua contra el
paladar (gotas, trote)
-
sacar
con fuerza el dedo de entre los labios (descorchar botellas).
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